Alberto Fernández: más debilitado luego que nadie aceptara ser su ministro de Economía

2 minutos de lectura

“No quiero llamar a Cristina porque no quiero perder la dignidad”, bramó Alberto Fernández cuando, luego del diálogo con Sergio Massa, sus estrechos colaboradores lo intentaban convencer de que cualquier ofrecimiento al próximo ministro de Economía debía contar con el aval del presidente y de la vice.

Hasta Estela Carlotto se sumó al operativo de convencerlo.

La rebeldía le duró apenas unas horas. No sólo terminó hablando con Cristina sino que ella le impuso a una ministra de Economía, Silvina Batakis, que responde a Eduardo “Wado” de Pedro, ministro del interior y hombre clave de la vicepresidenta en el gabinete nacional. Wado fue el primero en amotinarse contra el mandatario y renunciar cuando, después de las PASO del año pasado, y a raíz de la derrota electoral, Cristina le exigía a Alberto un cambio en el elenco ministerial.

El dibujo animado muestra un hombrecito que camina y se forma un vacío a su alrededor que es la distancia que toma la multitud de personas respecto de él. Ese hombrecito camina, y la multitud se va alejando, describiendo una ola. Corre, pero no los alcanza. Según el posteo en twitter, a 52,2 millones de personas les gustó. La paradoja es que que representa a Alberto Fernández, buscando ministro de Economía.

Sergio Massa proponía a Marco Lavagna; Cristina a Batakis. Alberto no tenía un candidato y sus ofrecimientos empezaron a rebotar desde el sábado por la tarde.

La negativa de Mercedes Marcó del Pont, Emanuel Alvarez Agis, Guillermo Nielsen, Martín Redrado y Marco Lavagna, dejaron al mandatario en una situación de suma debilidad. No tuvo mas remedio que hablar con Cristina y aceptar su candidata, “la griega” Batakis.

La mesa chica de Alberto quedó diezmada. Prueba de ello es que durante el fin de semana y sobre todo ayer, estuvo acompañado por Juan Manzur, Vilma Ibarra, Julio Vitobello, Gustavo Beliz, Gabriela Cerruti, Santiago Cafiero, Claudio Ferreño y Juan Ross. Apenas un puñado de funcionarios en pocas áreas clave.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *